el juego infantil

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DESARROLLO COGNITIVO

Introduccin

Pensamiento

Piaget

Perodos

INTRODUCCIN

Un beb de tres meses puede seguir con la vista un objeto que movemos en su campo visual. Un nio de dieciocho meses imita el gesticular de alguien que no est presente. Otro, que ya cursa su sexto ao de vida descubre, sin experimentarlo previamente, que el lquido de un recipiente que ha sido trasvasado a otro de diferentes proporciones cabr nuevamente en el anterior. Un hermano de este ltimo, de diez aos, opera con facilidad en matemticas, y su vecino, que ya ha cumplido trece, comienza a plantearse el sentido de su vida futura. Todos estos nios estn haciendo uso de su inteligencia de acuerdo al grado de desarrollo alcanzado en cada caso.

Que es entonces la inteligencia? Hasta tanto podamos plantear una adecuada definicin de la misma, y con el fin de seguir nuestro plan de incluir una introduccin filogentica a la exposicin de cada una de las lneas del desarrollo, nos interrogaremos si existe algo as como una inteligencia animal. Luego nos detendremos en los conceptos de inteligencia y desarrollo cognitivo, para pasar enseguida a las ideas fundamentales del modelo de Jean Piaget, que nos permitirn acceder a la comprensin de las etapas de dicho desarrollo en la ontogenia.

EXISTE LA INTELIGENCIA ANIMAL?

Paul Overhage (1973) se cuestiona sobre el significado que le dan bilogos y etlogos a trminos tales cmo "obrar inteligente" o "comprensivo", "comportamiento racional" o bien "inteligencia animal". De acuerdo a este autor "es lcito suponer que ciertos animales altamente organizados son capaces, mediante un proceso probatorio interno, de valorar el xito de distintas posibilidades de actuacin y de escoger el comportamiento correcto" . Pero casi de inmediato objeta parcialmente lo que acaba de plantear porque cree que dichas conductas estn rgidamente ligadas al objeto y que, adems, son determinadas no tanto por el animal individual sino por la especie, de manera que el uso de aquellos modismos que encabezaban este prrafo le generan serias dudas. Entonces por qu se los sigue empleando? Al respecto recordemos cmo nos deslumbraron las observaciones de Khler referidas a que los chimpancs en cautiverio eran capaces de adaptar dos varas para alcanzar una fruta que estaba fuera de la jaula y ms all del alcance de sus manos. Pero recordemos tambin que parte del asombro se diluye cuando nos enteramos que al reiterar estas observaciones otros investigadores, se comprob que, ante la falta de varas, estos animales intentaban lograr el mismo resultado con una piedra, con lo que, al flexionar los dedos para la prehensin, acortaban an ms el alcance de su mano y fracasaban ms rotundamente en el intento. Por otra parte tambin se vio que aquella conducta tan fascinante no significaba un descubrimiento personal ya que en su medio natural estos simios usan ramas para atrapar objetos ms o menos lejanos. Vale decir que puede concebirse la "argucia" descripta como un hbito genrico adaptado a una situacin nueva, y no como una invencin individual.

Koths, investigador del Museo Darwiniano de Mosc, en un congreso de Zoologa celebrado en Londres en 1956, present las conclusiones sobre sus observaciones de la conducta de diversas especies de monos superiores. En esa ocasin expres: "la actividad constructiva de los antropoides se diferencia cualitativamente de la del hombre; ste logra, en efecto, un producto final acabado y completo, de funcin permanente. Aunque los antropoides exhiben una serie de rasgos avanzados, sigue siendo infranqueable el abismo que los separa del hombre" (Overhage, 1973). Los experimentos publicados por el estudioso ruso han demostrado que la inteligencia de los simios slo alcanza el nivel de un simple pensar visual, incapaz de formular conceptos.

Leakey y Lewin (1980) tambin se ocuparon del tema y sealaron como rasgos especficos de la inteligencia humana el "elaborar conceptos, concebir objetos individuales como pertenecientes a clases distintas" , as como "manipular" aquellos conceptos, rasgos todos ellos que para los citados paleoantroplogos constituyen un verdadero "salto en la evolucin de la capacidad intelectual" . Herb y Thompson en 1954, citados por De Aguirre (Crusafont, Melendez y De Aguirre, 1976), ampliaron esta perspectva sobre la conceptualizacin al sostener que dicha actividad intelectual va adquiriendo una independencia cada vez mayor "con respecto al ambiente sensorial actual, y una capacidad creciente para mantener al mismo tiempo diversos procesos conceptuales". De all infieren el logro de otra capacidad tpicamente humana: la de "responder al ambiente actual de una manera y pensar en responder de otra; el percibir la situacin presente tal cual es ahora, y aadirle conceptualmente algo ms; el planear una serie de acciones de las que slo la primera es inmediatamente realizable".

Tanto Pavlov como su seguidor Chevtchenko, consideraron tres sistemas de conexiones asociativas: lo innato correspondiente a los reflejos subcorticales, un primer sistema constituido por imgenes concretas, y un segundo sistema con concepcin verbal abstracta (exclusivamente humano). De Aguirre (ibid.), al afirmar que lo especficamente humano de la actividad intelectual es la funcin simblica, dice: "todo hecho biolgico humano tiene analogas en el mundo animal; todo hecho etolgico humano las tiene igualmente, y todo hecho psicolgico incluso; pero el dar a las cosas, a las acciones y a s mismo (o percibir en todo esto) un valor, o una versin, o relaciones no sensibles, eso es distintivamente humano. Son comparables conducta humana y conducta animal o no humana; CULTURA humana y CULTURA animal no lo son, porque sta no existe".

A pesar de todo Leakey y Lewin citan los fascinantes logros de Julia, la chimpanc criada por Rensch y Dhl, que seleccionaba seis llaves encerradas en otras tantas cajas que iba abriendo sucesivamente, a fin de apoderarse de la ltima, nica que serva para abrir aquella en la que se encontraba el pltano-premio. La misma Julia guiaba objetos a travs de un laberinto con una habilidad poco inferior a la de los alumnos de la escuela secundaria. En este sentido recordemos tambin que en los chimpancs en cautiverio se ha constatado la aparicin de conductas diferidas, como por ejemplo retener agua en la boca para arrojarla ms tarde en la cara del observador.

Estas conductas "inteligentes", que por otra parte tienen poca repercusin prctica en la vida cotidiana de los simios, se deben fundamentalmente al largo perodo de aprendizaje en un mbito socio-familiar que les brinda seguridad. Pero los monos ms evolucionados registran tales aprendizajes con un neocrtex que tapiza las cisuras cerebrales slo en su 25%, mientras el hombre lo hace con una similar capa cortical, pero que ha cubierto en un 65% de su total los pliegues que, por otra parte, macroscpicamente, podran parecer similares a los de los animales.

Ampliamos la lista de conductas seudohumanas de los antropoides con el aparente uso de "instrumentos". El lanzamiento de objetos a un blanco nos demuestra que los monos nunca alcanzan la precisin que logra un nio entrenado. Los "utensilios" son frecuentes en diversos grados de la escala zoolgica, incluso en animales menos evolucionados que los monos. Dejando de lado a los invertebrados y a los otros animales inferiores para evitar una discusin ociosa, recordemos que el elefante aprovecha una rama, rota por l mismo, para limpiar su cuerpo, y que el chimpanc usa palos para alcanzar una fuente de miel y pequeas ramas para "pescar" termitas.

Lo cierto es que no resulta fcil inferir cmo fue el proceso de hominizacin en el rea intelectual. Podemos imaginar que los australopitecos en presencia de un peligro rompan y blandan ramas, tal como lo hacen desordenadamente algunos antropoides, pero ello no nos autoriza a extraer otras conclusiones.

LA INTELIGENCIA Y EL PROCESO DE HOMINIZACION

Un chimpanc encuentra un utensilio, lo modifica para su uso, y lo aprovecha. Nuestros antepasados "fabricaron" dichos utensilios. El mono puede separar las ramas que le molestan para usar una "vara", el hombre construye su utensilio en varias jornadas de trabajo -lo que nos anuncia la existencia de un "plan"-, y adems difunde socialmente su resultado -CULTURA-. Los prehomnidos ms primitivos parecen haber completado la accin del medio sobre ciertas piedras, para aprovecharlas instrumentalmente; luego, posiblemente, imitaron dicho efecto, y por fin inventaron artefactos de mayor complejidad manufacturera.

An no sabemos a quien atribuir la riqusima variedad de objetos acumulados por los arquelogos. Quines fueron los primeros en fabricar utensilios cuya ejecucin insumiera ms de una jornada de trabajo? La respuesta a esta pregunta nos permitira identificar al primer ser vivo que puede ser considerado hombre; de all la dureza de la polmica desatada al respecto entre los especialistas, si bien la mayora de ellos se inclina por Homo Habilis. Los conocimientos actuales en el campo de la paleoantropologa descartan la concepcin de que Homo Faber y Homo Sapiens son dos etapas evolutivas de la misma especie, as lo expresaron en 1958 Piveteau, y Dubarle en la sesin inaugural del Coloquio de la UNESCO en conmemoracin de Einstein y Teilhard de Chardin.

Un avance evolutivo que habla de posible conducta inteligente humana es el uso racional del fuego, que comenz con la conservacin del mismo, y luego culmin con su produccin y aprovechamiento defensivo, culinario e industrial. Lo mismo podemos decir de la caza de grandes animales que obligaba a la tarea grupal, o de la conservacin de la carne por el fro, as como de tantas otras conductas que sera muy largo enumerar. En cuanto a la reflexin sobre los orgenes de la inteligencia humana, agregaremos lo sostenido por De Aguirre (ibid.): "la investigacin de la conducta lleva a formar un cuadro de continuidades entre el hombre y el mundo no humano, casi tan vivas y perceptibles como la bioqumica, la morfologa y la etologa humanas" . Pero, como ya hemos dicho antes, la evolucin es un proceso continuo-discontinuo, de manera que no nos suena contradictorio que el mismo autor, en la pgina siguiente del mismo trabajo, afirme que "en la percepcin espacio-tiempo hay indudablemente un gran hiato entre los hombres actuales y los primates no humanos ms adiestrables".

Tal vez el campo ms apasionanate del proceso de hominizacin sea el correspondiente a la esfera intelectual, pero aqu nos limitaremos a considerar su culminacin, ese momento que desde Teilhard de Chardin se conoce como "paso a la Reflexin". El mismo autor define la reflexin como "el poder adquirido por una conciencia de replegarse sobre s misma y de tomar posesin de s misma como de un objeto dotado de su consistencia y de su valor particular; no ya slo conocer, sino conocerse; no ya slo saber, sino saber que se sabe" (Teilhard de Chardin, 1963). En la ptica teilhardiana no hay una oposicin entre inteligencia e instintos, sino que por el contrario ambos fenmenos quedan dispuestos en un continuum biolgico.

Parece necesaria una aclaracin para no dejar en el lector la idea de que el pensamiento de Teilhard referido a la hominizacin se reduce al tema de la conciencia reflexiva: la aparente limitacin se debe a que en este momento estamos tratando exclusivamente la esfera del desarrollo intelectual. Por ello, como indicamos en la primera parte, para ser respetuosos del pensamiento del profeta de la Evolucin es imperioso tener presentes las dimensiones coextensivas del desarrollo de dicha conciencia: el amor solidario y la CULTURA.

INTELIGENCIA Y DESARROLLO COGNITIVO

Florence Goodenough, en el clsico Manual de Psicologa del Nio de Murchinson (1955), intent con cierto xito mostrar los rasgos comunes de las diferentes definiciones de inteligencia aportadas por una serie de especialistas consultados al efecto. Dice all esta prestigiosa psicloga: "unos dan gran importancia a la habilidad de sacar provecho de experimentos anteriores, otros a la de adaptarse con xito a las nuevas situaciones. Sin embargo, como el mejor test para medir el provecho que el individuo ha obtenido de sus experimentos es el que examina su habilidad para aplicar los conocimientos que ya tiene en los casos nuevos, resulta que ambos conceptos se reducen, en sntesis, a lo mismo" (ibid.).

No es posible incluir todas, ni siquiera la mayora de las definiciones que se han intentado, pero nos parece pertinente resumir algunas de las ms significativas: Claparede y Stern pensaban que la inteligencia es la adaptacin mental a las situaciones nuevas, Bhler prefera considerarla como la capacidad de producir actos de comprensin sbita de la realidad y, muy cerca de esta posicin, Koehler la defina como la razn profunda de los actos de reestructuracin brusca. Segn Lersch (1971) el hombre se adapta al mundo circundante a travs de tres tipos de acciones: las instintivas, las reguladas por la memoria, y las inteligentes. Las calificadas en el tercer grupo comenzaran recin durante el segundo ao de vida, cuando el pensamiento les da un contenido ms complejo que el simple rendimiento de la mera actividad adaptativa. E1 pensamiento es el responsable de diferenciar y ordenar la multiplicidad de los fenmenos vividos. "Gracias a ello" el ser humano "juzga acertadamente, percibe relaciones, y extrae conclusiones" (ibid). Para Lersch la inteligencia culmina en la capacidad de abstraccin, en la capacidad de juicio -la posibilidad de alcanzar una comprensin de una relacin dada- y la capacidad razonadora "que aporta precisin, coherencia, orden y sistema al curso del pensamiento" (ibid).

Nosotros nos vamos a detener en el concepto de inteligencia propuesto en la teora gentica de Jean Piaget, que es la que adoptaremos para la casi totalidad de este captulo. Dicho autor, partiendo de la creencia de que "toda explicacin psicolgica termina tarde o temprano por apoyarse en la biologa o en la lgica" , afirma que el hombre acta para responder a sus necesidades, las cuales, en ltima instancia, pueden reducirse al restablecimiento del equilibrio con el medio. "Esta adaptacin puede limitarse al nivel fisiolgico, en el que los intercambios son slo materiales, o alcanzar, en sus transformaciones, a las conductas o intercambios funcionales que operan a distancias cada vez mayores en el espacio (percepcin, etc.) y en el tiempo (memoria, etc.), y siguen trayectorias cada vez ms complejas (rodeos, retornos, etc.)" (ibid). De acuerdo a esto, aquellas acciones concebidas como intercambios funcionales en busca del equilibrio, suponen "dos aspectos esenciales y estrechamente interdependientes: uno AFECTIVO, otro cognoscitivo" (ibid). Lo AFECTIVO, por su parte, constituye la base energtica de los intercambios con el medio, y tales intercambios "comportan una forma o una estructura determinante de los diversos circuitos que se establecen entre el sujeto y los objetos" (ibid). Precisamente es en estas estructuras formales de intercambio con la realidad -que constituyen formas particulares del equilibrio buscado- donde Piaget localiza el fenmeno cognoscitivo.

La inteligencia y las formas de equilibrio son dos conceptos centrales en la teora piagetiana, al punto que llega a afirmar: "La inteligencia no constituye una categora aislable y discontinua de los procesos cognoscitivos. Hablando con propiedad, no es una estructuracin entre otras: es la forma de equilibrio hacia la cual tienden todas las estructuras cuya formacin debe buscarse a travs de la percepcin, del hbito, y de los mecanismos sensomotores elementales" (ibid).

Esta somera presentacin de la posicin terica de Piaget se puede completar afirmando que el desarrollo cognitivo presenta una "continuidad funcional entre las formas superiores del pensamiento y el conjunto de los tipos inferiores de adaptacin cognoscitiva o motriz", en una marcha constante hacia "formas superiores de organizacin o de equilibrio" a las que se aplica el trmino genrico de inteligencia. Por otra parte, y como ha quedado claro, tanto Piaget como Lersch consideran que la inteligencia es una forma de adaptacin, que en cuanto tal presenta dos caras: la asimilacin o accin del organismo sobre los objetos, y la acomodacin , o modificacin del organismo por y para la asimilacin. Ms adelante volveremos sobre estos dos fenmenos clave para entender el desarrollo cognitivo.