Otro análisis: niño de 2 años


admin - Posted on 31 Agosto 2012

Análisis

Tomas está jugando en el suelo con unos  cochecitos. Primero agarra uno y lo hace andar por todos lados”
El Juego:
El juego es entendido como un mecanismo repetitivo destinado a la reducción de estímulos. Lo que Freud llama: "compulsión a la repetición".
Además mediante el estudio de los sueños, los síntomas, los actos fallidos, etc. Freud lo entendió como que el juego se convirtió en una expresión de los conflictos intrapsiquicos.
Winnicott se distingue de esa posición y refiere que el juego es un espacio intermedio entre la ficción y la realidad, distanciándose de Freud al decir que jugar es necesario.
Bally define al juego como sinónimo de libertad y dice que está vinculado con las pulsiones pero el va mas allá: “: el juego sólo es posible cuando la presión pulsional se ha relajado”. Y esto se da gracias a la seguridad de los padres. Ademas dice que el hogar parental es un: "espacio protector".

Hay dos tipos de juegos:
•    Neurótico: está motivado fundamentalmente por la necesidad de descarga y por el intento de resolver conflictos. Es un juego compulsivo, y representa un intento de descargar la tensión psíquica. Puede verse en cualquier niño.
•    Sano: universal, busca nuevos horizontes. No es un intento re regular las pulsiones sino surge cuando estas disminuyen y contribuye a enriquecer el mundo del niño.

 Chateau dice que el juego es la mejor forma de afirmación del Yo y esta mas ligado a lo moral que al placer sensorial. "el principio del juego ya no está detrás, en un impulso funcional, ha pasado adelante, a un fin que hay que realizar". Ademas afirma que el niño "un ser que juega, y nada más"
En un principio no hay una separación Yo-no-Yo por lo que no existe un territorio para el juego, solo cuando empieza la separación de la madre, se forma entre ella y el niño un espacio virtual y el paso siguiente de la evolución es el surgimiento de la capacidad de jugar solo cuando el niño tiene posesión del no-Yo.

Según Piaget es juego sirve para la modificación de la realidad para su incorporación del Yo.
Wolf distingio los juegos en los que se valen de objetos reales de aquellos que lo hacen con objetos imaginarios. Los primeros no emplean forma alguna de materia y son ejercicios de las funciones corporales llamados “ Juegos funcionales”. Chateau encontró que se daba "algo fijo y estereotipado".     Algo más adelante surgen los denominados "juegos hedonísticos", basados tan sólo en la obtención de placer sensorial o motriz. Más tarde van apareciendo los juegos "de desorden", con sus variantes "de destrucción" y "de arrebato”. Luego aparecen los "de construcción", regidos al principio por la exploración de la propia motricidad, y luego -gracias a ella- puestos al servicio de la necesidad de orden y exploración del medio exterior. Superpuestos a los anteriores pueden observarse los "de regla arbitraria", progresivamente infiltrados en los "de imitación", hasta desembocar ambos en los "de desarrollo dramático".

Por todo antedicho se puede decir que el niño en la observación tiene un tipo de juego “Sano” y que está en un lugar en donde él se siente protegido por sus padres y es por eso que jugar libremente, sin percibir ningún peligro en el medio.

“luego lo tira lejos de él y se ríe la mama lo reta. Tomas mira a la mama con cara de enojado y agarra otro juguete. Lo levanta queriéndolo tirar y la mama lo mira y tomas dice “no” y lo deja en el suelo”.

Esta etapa es la llamada “Crisis del segundo año”, esta crisis comienza con el desarrollo psicomotriz.
Hay dos modalidades de traslación del niño: Arrastre ( entre 4to y 7mo mes,utiliza la tracción de sus brazos) y el Gateo ( a partir del 6mo mes).
El logro de la postura erecta es resultado del progreso del control motor, que sigue una dirección céfalo-caudal. Primero se adquiere el domino de la columna cervical; a los 3 meses el niño sostiene la cabeza lo que le permite un mayor control visual. A los 6 meses comienza el desarrollo dorsal con la posibilidad de mantenerse sentado sin apoyo y a los 9 meses el control alcanza la zona lumbar y el niño se para sin apoyo. Por lo que el niño quedara en condiciones de comenzar la exploración del mundo que lo rodea. Hasta finalmente la de ambulación  en bipedestación- sin apoyo- se desarrollara a partir del primer trimestre del segundo año de vida.
Esto requiere la maduración de sistema neuromotriz , aunque no es la única condición también se necesita la interacción de los padres, los que le brindan seguridad y estimulas para el logro de la locomoción.
Debido a la exploración que inicia el niño desde que alcanza locomoción, lo lleva a realizar acciones que pueden resultar peligrosas para si mismo o para la integridad de los objetos que lo rodean. Por lo que empieza a aparecer el gesto NO, que es muy difícil de entender para el niño la diferencia entre la actividad que es reprimida y la anterior que era estimulada. Esto se ha denominado “Crisis de negativismo” del segundo y tercer año de vida.
Se produce dos reacción naturales: por un lado la identificación con el agresor, a raíz de la cual, el niño se manifiesta oposicionista y dice que no a todo lo que se le ofrece; y por otra parte sufre un descenso del umbral de tolerancia a la frustración y responde con manifestaciones de ira.

Hay otros factores que intervienen en esta crisis, el primer periodo de exploración del mundo lleva a al niño a encontrar sus propias capacidades, pero más adelante debe aprender a aceptar sus limitaciones. Debido a la situación de constante dependencia se genera una impotencia que lleva al niño a la ira y al descenso del umbral de tolerancia a la frustración sin que intervenga el “no” de los adultos.
Además este es el periodo en que comienza el entrenamiento del control de esfínteres por lo que el niño desarrolla conflictos entre la autonomía y la dependencia. Cuando las normas familiares y sociales tienden a guiar hacia su consecución, por lo que los padres respetan y toleran sin ansiedad la autonomía del niño, todo esto hace que se facilite su realización.

“Luego se para, agarra otro juguete y empieza a caminar hacia mí y me da el juguete. Se sienta adelante mío y empieza a jugar con otro juguete y de vez en cuando me mira levanta el juguete mostrándomelo y después sigue jugando”

En esta parte de la observación me voy a centrar en la socialización del niño que tuvo hacia mí.
Teoría conductista: Muller y Dollard: "explican la adquisición de conductas sociales mediante el fenómeno de imitación", por lo que resultan más atractivos o gratificantes. . Skinner, por su parte, se refiere a la imitación como el producto de las consecuencias que se derivan de una conducta: "Todo estimulo que sigue u ocurre después de una conducta, toma el carácter de refuerzo".

Según la psicología de gestalt: toda conducta es considerada como una totalidad en un campo dinámico donde los procesos psicológicos funcionan de manera que el estado del campo sea tan bueno como las condiciones prevalentes lo permitan. Para Lewin, para quien el comportamiento depende tanto de las características individuales del sujeto, como de la estructura momentánea de la situación vivida por el mismo. A este autor le interesa el medio bio-psicologico, el cual puede ser entendido como una realidad compleja y dinámica.
La posición psicoanalítica: el proceso de socialización se rige a partir de la regulación interna de las pulsiones. Ya que el niño no puede satisfacer sus pulsiones se ve obligado a relacionarse con el medio a fin de encontrar satisfacción y eliminar la tensión.

Piaget afirma que el desarrollo sensorio motor, hace salir al sujeto de si mismo e involucrarse en el mundo, aunque diferenciándose de el y, por lo tanto, objetivándolo.
Erich Fromm: según la cual la tendencia a la socialización arraiga en la necesidad de superar lo que el autor daba en llamar las dicotomías fundamentales de la existencia humana, arraigadas en la condición de la separativa.
Etapas del proceso de socialización:
Son cuatro: lactancia, infancia, niñez y adolescencia.
Voy a desarrollar la infancia que es lo que compete al niño de la observación.
Infancia: se caracteriza por que si bien no hay una independencia, el juego, el lenguaje y la motricidad, le otorgan una libertad que desemboca en la posibilidad de alejarse del núcleo familiar directo.
Los dos y los cuatro años, resultan más evidentes los progresos motrices. Erikson ha subrayado especialmente los adelantos en los actos de aferrar y soltar.
Los niños de 2 o 3 años que están expuestos a tensiones ambientales responden a ante una intranquilidad. El niño de tres años muestra un progresivo interés por jugar junto a otros niños, si bien no lo hace todavía con ellos. En las reuniones numerosas corre detrás de los más grandes sin participar efectivamente de sus juegos más elaborados, pero imitando tanto sus actitudes motrices como sus dichos.