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familia
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* Bodas
Tal vez la ceremonia de la boda sea uno de los aspectos ms variables
en las diferentes culturas de la Antigedad. Con respecto a la sociedad de
Mesopotamia del segundo milenio antes de nuestra era, descripta de manera tan
completa por Glassner (1988) |
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Diremos que all el acto del casamiento fue habitualmente un
contrato oral, no obstante lo cual este mismo autor reconoce las excepciones: "Los fragmentos
dispersos de los rituales del matrimonio sagrado y una recapitulacin detallada de los gastos
concedidos por una familia paleobabilnica de Ur con motivo de la boda de una de sus hijas permiten
hacerse una idea, aunque sea aproximada, de la sucesin de ceremonias, ofrendas y ritos que
contribuan a la celebracin de un matrimonio. Cada episodio era puesto de relieve en fiestas
colectivas y banquetes (es conocida la importancia de las comidas en comn entre los antiguos
mesopotamios), donde actuaban msicos, juglares, bailarinas y bailarines. Si se exceptan las
ofrendas propiciatorias depositadas en diversos templos y otros gestos similares, haba cuatro
momentos, en el mbito de estas festividades que eran relatados especialmente y a travs de los
cuales, progresivamente, se actualizaba la unin".
La boda en la Mesopotamia de aquella poca culminaba con un intercambio
de regalos entre las dos familias, significativos de la existencia real de la alianza.
* Duracin matrimonial - Divorcio.-
Si bien la regla general a
travs de las distintas etapas histricas es la aspiracin de lograr un matrimonio prolongado,
existen excepciones como la de Persia, en donde la boda comprometa a la pareja slo por un perodo
delimitado por ley.
En otras culturas, tambin correspondientes a los pueblos arios, el
matrimonio era indisoluble. As suceda en la India, y en las primeras etapas de Grecia y Roma. En la
India la indisolubilidad del vnculo no desapareca ni siquiera con la muerte del marido. Otro tanto
suceda entre los Aim del Japn y en los pueblos de Formosa, donde la prohibicin de nueva boda
alcanzaba tambin al viudo.
En la Mesopotamia del segundo milenio antes de Cristo, renacida en
la pluma de Glassner (1988), el tema del divorcio debe conjugarse con el del dominio
masculino, ya que era el hombre el nico que poda decidir la desaparicin del vnculo con slo
expresarlo verbalmente y cortar un trozo de la orla de su vestido, si contaba con razones valederas
(esterilidad, adulterio). En cambio si la iniciativa provena de la esposa, sta era atada y arrojada al
ro, salvo que probara su buena conducta en un juicio siempre riesgoso para ella. Cuando el varn no
poda aducir buenas razones para su decisin, poda repudiar a su esposa previo el pago de una
importante indemnizacin, o bien luego de restituirle el valor de la dote.
Como curiosidad recordemos un contrato matrimonial citado por el
mismo autor que estamos siguiendo, en el que se inclua una clusula que impeda el divorcio, pues
"si el marido lo exiga, ste deba abandonar la casa con las manos vacas y servir en los establos
del palacio; si por el contrario era la esposa quien lo peda, sta deba salir desnuda de la casa y
puesta en la picota".
En Egipto la decisin del divorcio corresponda al mbito privado,
y se trataba solamente de una resolucin comunicada por uno de los cnyuges al otro, sin implicancias
jurdicas. Las causas, adems de las casi universales del adulterio y la esterilidad, incluan
ampliamente los sentimientos personales, que Forgeau (1988) ha sintetizado de esta
forma: "odio, intolerancia repentina ante una imperfeccin, deseo de otro hombre o de otra
mujer". Por supuesto que la esposa repudiada, salvo caso de adulterio, deba recibir una generosa
indemnizacin, rigurosamente reglamentada.
Como el tema volver a aparecer cuando describamos las
caractersticas de la conyugalidad en cada una de las tres culturas que hemos elegido como fuentes ms
inmediatas de nuestra civilizacin, no avanzaremos ms en este momento, y nos introduciremos en las
caractersticas del matrimonio en esas culturas.
* El pueblo hebreo.-
Por constituir una de las races ms importantes
de nuestra cultura, a travs de la herencia judeocristiana, me parece oportuno detenernos con algo ms
de detalle en las caracterstica del matrimonio entre los hebreos.
En el relato de la Creacin denominado yahvista, que se
encuentra en el segundo captulo del "Gnesis", se dice: "el hombre deja a su padre y a su
madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne" (Gen 2,24). Afirmacin que
adems de significar una clara atribucin de sentido trascendente a la sexualidad en el matrimonio,
constituye, en s misma, una valorizacin de la mujer. Valorizacin que se infiere -y con mayor fuerza
an- de otro detalle del mismo mito: el hombre, que haba puesto nombre a todas las cosas y animales que
Yahveh-Dios le iba presentando, pero que permaneca insatisfecho porque "entre ellos no encontr la
ayuda adecuada" (Gen 2,20), cambia de estado de nimo frente a la mujer, porque descubre que sta
s ser su compaera y fuente de ayuda eficaz. Para el pensamiento hebreo la institucin marital es,
ante todo, una entidad de ayuda mutua.
Luego del pecado sobrevienen los castigos, pero an en esta situacin el hombre pudo dar "a su
mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes" (Gen 3,20).
Constituye una interesante nota diferencial del pueblo de Israel el
hecho de que a pesar de mantener el ancestral dominio del varn sobre la mujer, lo considera una
limitacin humana, consecuencia del pecado (Gen 3,16b) y no un hecho natural.
El relato denominado sacerdotal del captulo I del
"Gnesis" privilegia la fecundidad como fin del matrimonio, pero lo hace con un prlogo de
paridad antropolgica entre ambos sexos: "Y Dios cre al hombre a su imagen; lo cre a imagen de
Dios, lo cre varn y mujer. Y los bendijo dicindoles: sean fecundos, multiplquense, llenen la
tierra y somtanla" (Gen 1,27s).
Esta conjuncin de objetivos -ayuda y fecundidad- perder luego su
pureza y equilibrio originales. En ese sentido dice Winer (1965):
"Cuando Dios emprende la educacin de su pueblo dndole su Ley, la institucin matrimonial no est
ya al nivel de este ideal primitivo", por el contrario "la fecundidad se considera como el
valor primordial al que est subordinado todo lo dems". Tal vez sea sta la razn por la cual
los textos bblicos revelan tantos parecidos entre la institucin conyugal juda y la de los restantes
pueblos del Cercano Oriente. Por ejemplo las bodas son frecuentemente concertadas por los padres, sin
participacin de los contrayentes (Gen 24,2ss; Tob 6,13). Durante bastante tiempo la poligamia es una
institucin comn, a pesar de lo cual, el redactor yahvista sostiene el ideal monogmico y estigmatiza
la poligamia atribuyendo su origen a Lamec, un brbaro.
La endogamia, asumida como plena de sentido religioso (Dt 7,1-3;
Esd 9), y la prioridad procreativa, dan pie para instituciones como el levirato (Dt 25,5-10; Gen
38,13-15; Rut 3,10), aunque en ningn caso justifican el matrimonio consanguneo.
Sin embargo los parecidos con otras culturas no son signos de
identificacin plena con aquellas, as Winer (ibid) seala diferencias sustanciales:
"A veces el corazn se armoniza con una unin impuesta (Gen 24,62-67; Rut 3,10); a veces un hombre y
una mujer se casan porque ellos se han escogido (Gen 29,15-20; 1Sa 18,20-26; 25,40ss), en ciertos
casos contra la voluntad de los padres (Gen 26,34s; Jue 14,1-10). Se hallan hogares unidos con un
amor profundo (1Sa 1,8), fidelidades que duran libremente ms all de la muerte (Jdt 16,22)".
El matrimonio entre los hebreos tambin incluy el amor romntico, como
lo demuestra, adems del recin citado Primer Libro de Samuel y -muy especialmente- el "Cantar
de los Cantares" ya comentado en el captulo correspondiente al desarrollo de esta forma de
relacin afectiva (Captulo III).
Volviendo ahora a algunas de las similitudes de las costumbres
hebreas con las de sus vecinos, recordemos las normas sobre el divorcio, con su descalificacin de lo
femenino. Dice el libro del "Deuteronomio": "Si un hombre se casa con una mujer, pero
despus le toma aversin porque descubre en ella algo que le desagrada, y por eso le escribe un acta
de divorcio, se la entregar y la despedir de su casa. Una vez que est fuera de su casa, si la mujer
se desposa con otro y este ltimo tambin la rechaza, escribe un acta de divorcio y la despide, o bien
muere, su primer marido no podr volver a tomarla por esposa, puesto que ella ha sido mancillada"
(Dt 24,1-4a).
En cuanto al divorcio, convengamos en que la facilidad con que se
consumaba no quita que la estabilidad del matrimonio constituyera en Israel un ideal nunca renunciado,
sobre todo despus del exilio cuando los sabios se dieron a cantarle a la fidelidad hacia la
esposa de la juventud (Prov 5,15-19), y a alabar esa estabilidad (Eclo 36,25ss). Hasta pueden
encontrarse muestras de rechazo al divorcio, como cuando Malaquas afirma que Dios odia el repudio (Mal
2,14ss).
El mismo "Deuteronomio" define el adulterio como la
relacin mantenida con una mujer casada o comprometida. En ambas situaciones la pena es la muerte de
los culpables, salvo en el caso de que la prometida haya sido violada en el campo, circunstancia en la
cual, como es presumible que el pedido de auxilio no fuera recibido por nadie, se la exime de la pena.
En cambio si un hombre viola a una virgen soltera, la pena para el culpable es slo el pago de una suma
de dinero al padre de la vctima.
No se crea que el adulterio masculino fue siempre ignorado en el
pueblo judo. La prohibicin tambin alcanz al hombre (Job 31,9: Eclo 9,5.8.9; 41,22ss).
La naturaleza de la institucin conyugal en Israel es civil, y como
muy bien seala Winer (ibid) "los textos antiguos no hacen
alusin a un ritual religioso, el israelita sabe muy bien que Dios le gua en la eleccin de esposa
(Gen 24,42-52) y que Dios asume en nombre de la alianza los preceptos que regulan el matrimonio (Lev
18). El declogo, ley fundamental de Israel, garantiza la santidad de la institucin (Ex 20,14; Prov
2,17)".
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