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- III -

EVOLUCION DEL DENOMINADO AMOR ROMNTICO

No creo necesario abundar en razones para explicar por qu en este captulo omitiremos toda referencia al mundo animal. De la misma manera no parece que deba insistir demasiado sobre las razones por las que carecemos de datos especficos sobre el amor romntico en el hombre primitivo.

La informacin ms remota que poseemos al respecto est constituda por los relatos homricos y la tradicin oral conservada en la Biblia. Se comprender entonces por qu nuestra historia comienza en la Antigedad y no en pocas anteriores.

* EL AMOR ROMNTICO EN LA ANTIGEDAD *

Si bien en el Lejano Oriente el amor romntico parece haber estado desvinculado de la institucin matrimonial, y en ciertas culturas hasta se ubic en los antpodas de ella, no es lcito decretar que nunca existi en la vida marital. Avala esta posicin el comprobar que dicha conducta constituy un componente singular e importante en la eleccin matrimonial del Imperio Nuevo de Egipto y en algunas uniones conyugales descriptas por Homero: son ejemplos elocuentes los casos de Andrmaca y Hctor, o de Penlope y Ulises. En realidad toda la "Odisea" est centrada en el amor de estos dos ltimos personajes.

Por cierto que las pruebas de la presencia del amor romntico en el matrimonio de la Antigedad grecolatina no se limita al hallado en las historias homricas, sino que por el contrario, a travs del tiempo siguieron dndose ejemplos literarios de dicho sentimiento, como el de Camma que se suicida ante la muerte de Sinat, segn el relato del "Eroticos" de Plutarco. Seguin (1979) abona esta idea: "La novelstica griega est tambin llena de historias de amor y de fidelidad heterosexual. La ms famosa es la de Dafnis y Cloe".

Al revisar la bibliografa dedicada al tema me sorprendi comprobar que, por lo menos entre los autores consultados, ninguno haba includo en lugar preponderante el popular ejemplo de Orfeo y Euridice, que junto a los recin citados, confirman la creencia sobre la muy vieja data de esta manifestacin del amor, la que por otra parte, ha recibido diversos nombres (romntico, cortesano, tierno) segn la poca y las condiciones culturales en que se desarrollara.

Fuera de Grecia uno de los ejemplos ms remotos que la literatura nos brinda en este campo es el "Cantar de los Cantares", atribudo por la tradicin al rey Salomn, pero que data del perodo comprendido entre el siglo V y el III a.C. Si bien otros libros veterotestamentarios tambin se refieren al amor de pareja, como por ejemplo "Proverbios" o el "Eclesistico", hasta la aparicin del "Cantar" el amor humano era "un valor envilecido por el pecado original". A partir de este hermoso texto dicho amor "recupera de nuevo su grandeza moral". Tales los trminos con los cuales los especialistas de la Abada de San Andrs (Brujas) (1963) presentan el apasionante tema. Para convencernos del cambio de mentalidad que anuncia el Cantar, recurren a una cita del "Gnesis" (3,16) que ejemplifica el perodo pre-Cantar: "Buscars con ardor a tu marido, que te dominar".De inmediato los autores llevan la exegesis hacia el significado humano del poema afirmando que: "sta era la condicin de la mujer en el Oriente antiguo, esclava entregada a la maternidad, cuando no lo era a la sensualidad. Pero en el Cantar de los Cantares, el amor la libera: es ya la igualdad en el comercio con el amado".

Para los creyentes resultar indudable el sentido teolgico del texto
-nada menos que simbolizar el amor vincular de Yahveh-Dios y su pueblo-, pero est claro tambin que dicha simbolizacin se erige sobre una realidad natural que debi ser perfectamente conocida y valorada en el tiempo de su composicin. Por eso mismo es lcito adems considerar este libro como una "coleccin de cantos que celebran el amor humano" (Biblia de Jerusaln, 1969). Versos que segn Maertens y Frisque (1970) "cantan el amor humano y el encuentro del hombre y de la mujer liberada de prcticas mgicas y alienantes impuestas al amor por las religiones antiguas". Estos autores sostienen tambin que, sobre todo los ltimos poemas del libro, "propondrn un concepto ms adulto del amor, marcado por la fidelidad, y ms fuerte que la muerte. Pero el frescor del amor de prometidos no es, sin embargo, desdeable: las etapas sucesivas del amor humano, son buenas en s mismas, y pueden servir de experiencia religiosa" (ibid).

En consonancia con lo dicho por los autores recin citados, podemos volver a afirmar que, an en el caso de que el nico objetivo de la coleccin lrica hubiera sido el de la simbolizacin religiosa, en tanto el smbolo usado era un sentimiento no imaginado por el autor sino extrado de la experiencia cotidiana, podemos inferir que este tipo de amor exista en el remoto tiempo de aquel poeta oriental.

En el Imperio Romano de los dos primeros siglos de nuestra era parece haberse producido un serio aflojamiento de la autoridad social. Como no poda ser de otra manera, este fenmeno repercuti en la vida familiar, y lo hizo resquebrajando el poder del varn, de donde, como ya hemos visto, Veyne (1984) supuso que entonces el marido invent "el mito del amor conyugal para que se le obedezca sin tener l que ordenarlo". Ya volveremos a discutir esta interpretacin del amor marital como mito, no obstante lo cual conviene adelantar aqu que ms all de todos los antecedentes que sugieren la existencia del amor en el matrimonio desde pocas remotas, parece bastante claro que el amor romntico y la sexualidad han tenido historias paralelas, y se insertaron en la institucin conyugal cada vez que las circunstancias no le fueron adversas. Es tan absurdo creer que sus historias son idnticas como sostener que no hay vnculo alguno entre ellas. La posicin de Veyne resulta peligrosamente prxima a la de quienes hoy no creen en la existencia anterior del amor romntico, y llegan a considerarlo como un artificio cultural inventado en la era moderna, y slo en dicha poca introducido en la vida marital. Para sostener tal posicin hay que pasar por encima de todos los monumentos literarios que venimos de citar, lo cual realmente resulta excesivo.

En qu consistieron, pues, los encuentros y desencuentros de las lneas evolutivas del amor romntico y el matrimonio? Tal vez hayan sido las manifestaciones de un sentimiento que naturalmente se integr en la conyugalidad del homo sapiens sapiens, pero que en determinadas pocas y en ciertos pueblos, se vi inhibido culturalmente, para resurgir apenas las condiciones se lo permitieron, refugindose, mientras tanto, en vnculos no maritales cuando aquellas inhibiciones forzaron a su exilio.

En la Roma clsica de los aos inmediatamente anteriores a nuestra era, cuando el poder ocupaba un lugar tan privilegiado, el amor sufri una profunda transformacin y, hasta en cierto momento, un verdadero eclipse. Se lo justificaba slo cuando era un medio para lograr el poder poltico, situacin en la cual hasta caba esperar la entrega de la vida de los amantes, como en el caso de Antonio y Cleopatra. Tambin poda estar justificada la pasin amorosa de un hombre hacia una mujer de su mismo rango social cuando por tal sentimiento se someta a riesgos que lo conducan a una condicin heroica o cuando se beneficiaba econmicamente. En cierto momento histrico el amor pasin hasta lleg a ser condenado moralmente. As pudo afirmar Veyne (ibid) con respecto a la pasin: "En el antiguo estoicismo sta era condenada porque contrariaba el racionalismo eudemnico (*) del sabio. En Sneca, porque ella no coincida con las relaciones naturales (familiares, sociales) o incluso las trastocaba. Las filosofas helensticas, includo el estoicismo, tenan como objetivo la formacin del sabio, vale decir un individuo envidiable, al menos porque poda describir el mundo con ideas generales (...) La felicidad consista en
restablecer un equilibrio, en llenar una carencia. Cuando la felicidad estaba asegurada, toda afectividad deba decaer".

Es muy tentador establecer un paralelo, como lo hace el mismo Veyne, entre esa concepcin romana y la econmica de Freud, pero no nos detendremos en esa tarea pues debemos proseguir nuestra reflexin tratando de descubrir la va a travs de la cual para un patricio romano la pasin amorosa lleg a ser considerada contra natura.

A un ciudadano del Imperio le resultaba absurdo que el objeto de esta pasin fuese irreemplazable, y hasta monstruoso que tal sentimiento alcanzara categora de verdadera tortura. Volvemos a Veyne (ibid): para un patricio era "impensable que la estructura del ser no estuviese armoniosamente organizada y que pudiesen producirse en ella cortocircuitos. Se comprende que semejante racionalismo monista y homeosttico pudiera servir de soporte a una moral de la obediencia por
amor. En Sneca el entendimiento entre esposos ya no es un estado de hecho que se agrega eventualmente a las relaciones conyugales, sino el fundamento mismo de esas relaciones".

Quedaban sentadas de esta manera las bases de un ascetismo que para el romano no se diferenciaba demasiado de la elegancia.

En otra obra el mismo Veyne (1987) debi reconocer que la nueva moral emparentada con el estoicismo no eclips completamente la posibilidad del amor en la pareja conyugal, y cita como ejemplo palabras de Ovidio durante su exilio en las que proclama que dos cosas lo unen a su esposa: el pacto marital y "el amor que hace de nosotros dos socios". Tambin informa Veyne (ibid) que Plutarco, desde el neoplatonismo, sostena "la teora del amor conyugal como una variedad superior de la familia", y que Plinio, ajeno a las diversas sectas filosficas crea que -----------------
(*) N.A. Eudemonismo: sistema que consiste en reconocer el bienestar como el mvil de las acciones. Arte de contribuir a la adquisicin del bienestar.
“el verdadero fin del matrimonio es la ayuda y la amistad que los esposos se otorgan el uno al otro" (ibid).

Como en otros momentos de este ensayo debemos volver a plantear que siempre nos quedarn dudas sobre si esta escala de valores era compartida por el pueblo, o corresponda solamente a la aristocracia, ya que son muy pocas las fuentes capaces de permitir la construccin de una historia social de la poca.